Para cerrar a ambos nos pareció impresionante como algunas personas están dispuestas a enterrar a sus muertos solo durante 4 años (en las galerías que rodean la elipse, y el rededor de los panteones) que por cierto es muy interesante ver como son personalizadas y apropiadas con arte popular (piolines, escudos de quipos de futbol, etc.) y luego sacarlos para enterrar a otros en su lugar y luego ser enterrarlos en otro lugar. A decir verdad nos parece algo absurdo este tipo de acciones como lo es alquilar una tumba durante solo cierto periodo para que los restos del cuerpo de una persona muerta ocupe un lugar “play o importante” y después tener que pasar por la incómoda, desagradable e incluso impresionante y triste situación de sacar el cuerpo desintegrado y llevarlo a otro lugar.
Esto evidencia el cambio de connotación que ha ido teniendo la muerte a lo largo del tiempo, en vez de ser un aspecto únicamente religioso se ha ido convirtiendo en algo simbólico.
También es muy interesante ver como la ciudad de los muertos se integra con la ciudad de los vivos, no solo por medio de los arboles como ya lo hemos explicado, sino también porque dentro del cementerio hay puntos donde existe una sinergia con el espacio urbano, ya que se ven perfectamente iconos y edificios importantes dentro de la ciudad como lo es Monserrate, la virgen de Guadalupe, Torre Colpatria, edificio Bancafe, edificio Seguros Tequendama, Colseguros y Corficolombia.