
A lo largo de la historia hemos visto que el hombre por diferentes razones ha convertido su piel y su cuerpo en un lienzo por diferentes motivos y razones. Hace algunos años los tatuajes eran comúnmente vistos en los cuerpos de los presos y los marineros, pero con el tiempo como hemos demostrado en otros artículos se han popularizado y hoy en día cualquier persona puede tener un tatuaje si así lo desea.
En la actualidad el tatuaje ha subido a otro nivel y se han comenzado a implementar nuevas técnicas debido a la incesante necesidad y curiosidad del hombre por ser diferente, lucir diferente y experimentar nuevas cosas y sensaciones. Para suplir esta necesidad del ser humano se han incorporado nuevas forma de tatuar más conocidas como “branding” y “escarificación”.


El branding es una técnica que consiste en quemar la piel para generar una cicatriz (plana o queloide), su método es similar al que se usa para marcar las vacas en un ganado. Esta palabra en ingles significa marcar con hierros candentes o fuego". Se realiza por medio del calentamiento de placas metálicas de diferentes formas y tamaños hasta que estas estén hirviendo (rojas) y luego ponerla sobre la piel dibujando las formas e imágenes deseadas. Esta nueva tendencia de tatuajes puede realizarse en cualquier parte del cuerpo, siempre y cuando la presencia de venas o tendones no sea visible.

En la antigüedad el branding era una forma con la cual marcaban a los esclavos africanos por sus dueños para identificarlos y distinguirlos.
Según estudios realizados por una dermatóloga llamada Hilda Rojas, presidenta de la Sociedad de Dermatología de Chile, con la técnica del branding existen mayores riesgos de contraer un virus, debido a que al ser una quemadura auto provocada, en la que se evita la cicatrización de la piel por al menos un mes, raspando o escobillando la incipiente costra que se forme, la herida permanece abierta por un tiempo más prolongado con el consiguiente peligro de infección.
Store Tattoo, es un reconocido local ubicado en la Cra 13 con Calle 60 al frente del éxito de Chapinero. Julio Díaz su máximo representante del local y director de la Asociación de Tatuadores y Perforadores de Bogotá. Lleva 14, de sus 33 años, en el negocio de la modificación corporal es uno de los pocos hombres que actualmente realiza esta técnica no tan conocida ni popularizada en nuestra sociedad actual. Según un artículo del periódico El Espectador del 21 de Mayo del 2008 titulado El arte de las cicatrices y realizado por el periodista Diego Alejandro Alarcón, nos encontramos con lo siguiente:
La ocasión es especial. Hoy, Diego ha decidido ponerse en manos de su socio. Recostado sobre la silla para tatuar y sin camisa, lanza una pregunta al aire: “¿Será que me da la pálida?”.
Julio César, quien viste una bata roja, pide a uno de los ayudantes del local ir por el soplete, un pequeño tanque lleno de gas propano con una boquilla en la parte superior. La llama que emite es casi invisible. Julio la utilizará para hacerle una quemadura a Diego justo en el esternón, un brand (marca) en forma de estrella.
Diego está ansioso, será la primera vez que queme su cuerpo con fines estéticos. Es un dolor que desconoce pero que lo reta a experimentar. Ha comenzado la cuenta regresiva y sus nervios ya no parecen estar hechos del mismo material de la lámina de acero que Julio calienta a la llama del soplete. Su rostro comienza a empañarse de sudor.
Luego de desinfectar el pecho de su compañero con alcohol e isodine, Julio desliza una barra de desodorante sobre la zona en la que dibujará la imagen escogida. Coloca encima un papel con la estrella diseñada en tinta azul. El desodorante absorbe la tinta al instante. Diego respira hondo.
La lámina de acero es diminuta. Del tamaño de una caja de chicles. Julio la sostiene con unas pinzas metálicas. Ha llegado el momento. Diego cierra los ojos y frunce el ceño. Su mano aprieta con fuerza el brazo de la silla. La lámina de acero, ardiente, va abriendo un surco en la piel. Huele a metal quemado. A piel chamuscada. Entre largas bocanadas de aire y cortos y tenues gemidos, finalmente una estrella de cinco puntas aparece en el pecho de Diego. La obra estará completamente lista, y de por vida, en unos 15 días, cuando la herida sane y cicatrice.
Julio dice a haber conocido el branding hace aproximadamente unos nueve años a través de una revista estadounidense especializada en modificaciones corporales, desde entonces comenzó a ponerla en práctica hasta que la domino y es desde entonces que la pone en práctica con sus clientes. En la actualidad comenzó a ser aplicada la técnica por miembros de tribus urbanas como harcoreros y punkeros.
El resultado del branding varía en cada persona. Ha gente que solo se hace quemaduras de primer grado pero también existen otros que les gusta llevar el tatuaje a extremos más avanzados y buscan quemaduras de tercer grado, esto lo hacen para que la cicatriz que quede sea muy voluminosa y protuberante.
En Store tattoo no son muchas las personas que acuden a realizarse este tipo de tatuajes, según Julio cuenta son aproximadamente de a dos personas por semana las que se acercan a hacerse un brand. Los principales clientes que van allá son personas jóvenes vinculadas y apegadas a tendencias musicales
La escarificación se hace por medio de cortes. Con base en un diseño ya escogido y dibujado en la piel, con un bisturí se van realizando una serie de cortes, en los cuales si el cliente lo desea se introduce cenizas de colores mezcladas con limón, hierbas o sales hasta que el tatuaje quede en relieve. Este proceso es demorado y de mucho cuidado y atención, y para lograrlo hacer y lograr resultados óptimos el tatuaje no se debe tapar nunca y hay que acudir casi que diariamente ir a donde el tatuador para que este restire las costras y las remplace por ceniza nueva.
Diferentes culturas africanas han sido las protagonistas de esta técnica, ya que consideraban a la escarificación como una forma de belleza.
En las dos técnicas es perfectamente lógico que no hay espacio ni cavidad para la duda y el arrepentimiento una vez los tatuajes estén realizados. Estas son marcas indelebles. Para el cuidado de las dos o es aconsejable recurría medicamentos o cremas que ayuden a cicatrizar más rápido porque de esta forma se pierde el sentido del tatuaje, lo único que recomiendan los Tatuadores es mantener la zona limpia para evitar cualquier infección e ir al local o donde ellos frecuentemente para el mantenimiento de este.
Cabe resaltar que el dolor en este tipo de técnicas es mucho mayor al de un tatuaje de tinta normal. Personas ajenas al medio catalogan a las personas que realizan este tipo de prácticas como masoquistas y enfermos mentales.
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